Miguel Ángel Serrano
El Universal
Jueves 22 de febrero de 2007
http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/82642.html
Al menos 600 elementos del cuerpo de Granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) se enfrentaron en una fuerte batalla por más de una hora contra una multitud furiosa de Tepito, que salió en defensa de las familias desalojadas por el gobierno capitalino al expropiar El 40 , vecindad ubicada en la calle Jesús Carranza número 33.
EL UNIVERSAL realizó un recorrido por varios puntos de la colonia Morelos, donde minutos antes de las 22:00 horas del martes, decenas de vecinos de la calle Jesús Carranza caminaron a lo largo de algunas vialidades para convencer a los jóvenes y habitantes a participar en la marcha de protesta contra la expropiación del predio.
La mayoría eran jóvenes de entre 15 y 25 años, quienes se trasladaban en motonetas, bicicletas y a pie, para pintar sobre el asfalto de algunas calles la consigna "Tepito unido, jamás será vencido".
Además, armaron sobre Jesús Carranza, tres barricadas con colchones, basura y con los puestos metálicos que se habían derribado, para evitar a toda costa la entrada de los granaderos que esperaban la orden de un superior para ingresar armados con toletes, escudos y armas largas.
Pero la gente estaba nerviosa. Creció la tensión cuando observó la llegada de vehículos oficiales de la Preventiva y la Policía Judicial capitalina, que a cada momento se mantenían listos para ingresar a la vecindad.
"Nos van a sorprender como ayer, no es posible. Es una manera de atentar contra la vida de gente de la tercera edad, de niños y enfermos, personas que habitan estas viviendas, gente noble", comentó doña Paola, vecina del predio expropiado.
Otros vecinos protestaban por la falta de apoyo del gobierno de la ciudad ante las arbitrariedades cometidas por el cuerpo de Granaderos la noche del lunes.
"En lugar de sentirnos cobijados por nuestro gobierno, ahora somos rehenes de ellos, por quienes nosotros votamos", advirtió Raúl, comerciante de Tepito.
Pero la opinión variaba. Un grupo de vecinos en favor del desalojo dijo que muchas de las familias que habitaban el predio lo hacían de manera irregular, ya que sus viviendas en El 40 fueron producto de herencias de familiares, propiedades ilegales que fueron arrebatadas a sus dueños originales a través de violencia y miedo.
"Así fue como los actuales habitantes se hicieron de casas, porque los antiguos dueños no participaban en asuntos de violencia o narcotráfico y fueron víctimas de ladrones y sicarios que los obligaron a abandonar gran parte de los 144 departamentos", comentó una ex habitante del predio expropiado que tuvo que dejar su patrimonio.
La batalla
Pasada la medianoche, un centenar de vehículos de la Secretaría de Seguridad Pública del DF y al menos unas 50 patrullas de la Policía Judicial capitalina arribaron de nueva cuenta por el eje 1 Norte, mientras grupos de por lo menos 100 granaderos se formaban en dos filas.
Los que ingresaron a la calle de la vecindad no se esperaban que un enjambre de furiosos lugareños los esperaban con palos, piedras, botellas de vidrio, pintura de color rojo -con la finalidad de prenderles fuego a los uniformados, dijeron-, así como objetos de metal, para enfrentarlos en defensa de su territorio.
Durante más de una hora, los enfrentamientos mantuvieron a la policía sitiada ante los cientos de objetos que volaban por el aire para tratar de retroceder y ganar terreno.
Los tepiteños se liaron a golpes contra las autoridades, sin importarles quemar varios puestos metálicos recubiertos de lonas de plásticos que rápidamente se incendiaron por los cohetones y bombas molotov que fueron lanzados.
En menos de un instante, cuatro equipos más de granaderos y fuerzas de choque utilizaron las banquetas y se abrieron paso entre sus compañeros para contrarrestar los ataques.
En tanto, los habitantes de varias vecindades ubicadas sobre Jesús Carranza fueron encerrados por los granaderos en sus propiedades para evitar víctimas innecesarias, dijeron autoridades policiacas.
Aunque la calma regresaba por instantes, los manifestantes, al verse acorralados, se introdujeron en viviendas y vecindades en busca de refugios; sin embargo, la policía capitalina ingresó a algunas casas para atrapar a quienes no acreditaran su estancia como habitantes de las viviendas.
Como resultado, siete personas fueron detenidas en el momento del avance de la fuerza pública por el delito de obstrucción de la autoridad y agresiones. Todos ellos fueron trasladados a la agencia 50 del Ministerio Público.
La gresca fue controlada por la SSP-DF y la Policía Judicial a la 01:30 horas de ayer, mientras un ejército del departamento de limpia abría paso por la calle Jesús Carranza para quitar los puestos de ambulantes quemados, motonetas abandonadas y muebles que eran sacados de la vecindad, para permitir la entrada de 50 camiones de carga que transportarían muebles y pertenencias que aún se encontraban en el predio.
Para las 03:00 horas, Jesús Carranza, el predio expropiado y otras viviendas colindantes con la zona de agresión, fueron controlados en su totalidad por la policía.
En tanto, a Luis González Plascencia, primer visitador general de la Comisión de Derechos Humanos del DF, le fue denegado el acceso a la vecindad por granaderos, quienes bloquearon el paso a todas aquellas personas que pretendían ingresar a dicha calle.
Para las 07:00 horas, el desalojo se llevó a cabo con toda tranquilidad, sin que se registraran nuevos brotes de violencia en el barrio bravo.
EL UNIVERSAL realizó un recorrido por varios puntos de la colonia Morelos, donde minutos antes de las 22:00 horas del martes, decenas de vecinos de la calle Jesús Carranza caminaron a lo largo de algunas vialidades para convencer a los jóvenes y habitantes a participar en la marcha de protesta contra la expropiación del predio.
La mayoría eran jóvenes de entre 15 y 25 años, quienes se trasladaban en motonetas, bicicletas y a pie, para pintar sobre el asfalto de algunas calles la consigna "Tepito unido, jamás será vencido".
Además, armaron sobre Jesús Carranza, tres barricadas con colchones, basura y con los puestos metálicos que se habían derribado, para evitar a toda costa la entrada de los granaderos que esperaban la orden de un superior para ingresar armados con toletes, escudos y armas largas.
Pero la gente estaba nerviosa. Creció la tensión cuando observó la llegada de vehículos oficiales de la Preventiva y la Policía Judicial capitalina, que a cada momento se mantenían listos para ingresar a la vecindad.
"Nos van a sorprender como ayer, no es posible. Es una manera de atentar contra la vida de gente de la tercera edad, de niños y enfermos, personas que habitan estas viviendas, gente noble", comentó doña Paola, vecina del predio expropiado.
Otros vecinos protestaban por la falta de apoyo del gobierno de la ciudad ante las arbitrariedades cometidas por el cuerpo de Granaderos la noche del lunes.
"En lugar de sentirnos cobijados por nuestro gobierno, ahora somos rehenes de ellos, por quienes nosotros votamos", advirtió Raúl, comerciante de Tepito.
Pero la opinión variaba. Un grupo de vecinos en favor del desalojo dijo que muchas de las familias que habitaban el predio lo hacían de manera irregular, ya que sus viviendas en El 40 fueron producto de herencias de familiares, propiedades ilegales que fueron arrebatadas a sus dueños originales a través de violencia y miedo.
"Así fue como los actuales habitantes se hicieron de casas, porque los antiguos dueños no participaban en asuntos de violencia o narcotráfico y fueron víctimas de ladrones y sicarios que los obligaron a abandonar gran parte de los 144 departamentos", comentó una ex habitante del predio expropiado que tuvo que dejar su patrimonio.
La batalla
Pasada la medianoche, un centenar de vehículos de la Secretaría de Seguridad Pública del DF y al menos unas 50 patrullas de la Policía Judicial capitalina arribaron de nueva cuenta por el eje 1 Norte, mientras grupos de por lo menos 100 granaderos se formaban en dos filas.
Los que ingresaron a la calle de la vecindad no se esperaban que un enjambre de furiosos lugareños los esperaban con palos, piedras, botellas de vidrio, pintura de color rojo -con la finalidad de prenderles fuego a los uniformados, dijeron-, así como objetos de metal, para enfrentarlos en defensa de su territorio.
Durante más de una hora, los enfrentamientos mantuvieron a la policía sitiada ante los cientos de objetos que volaban por el aire para tratar de retroceder y ganar terreno.
Los tepiteños se liaron a golpes contra las autoridades, sin importarles quemar varios puestos metálicos recubiertos de lonas de plásticos que rápidamente se incendiaron por los cohetones y bombas molotov que fueron lanzados.
En menos de un instante, cuatro equipos más de granaderos y fuerzas de choque utilizaron las banquetas y se abrieron paso entre sus compañeros para contrarrestar los ataques.
En tanto, los habitantes de varias vecindades ubicadas sobre Jesús Carranza fueron encerrados por los granaderos en sus propiedades para evitar víctimas innecesarias, dijeron autoridades policiacas.
Aunque la calma regresaba por instantes, los manifestantes, al verse acorralados, se introdujeron en viviendas y vecindades en busca de refugios; sin embargo, la policía capitalina ingresó a algunas casas para atrapar a quienes no acreditaran su estancia como habitantes de las viviendas.
Como resultado, siete personas fueron detenidas en el momento del avance de la fuerza pública por el delito de obstrucción de la autoridad y agresiones. Todos ellos fueron trasladados a la agencia 50 del Ministerio Público.
La gresca fue controlada por la SSP-DF y la Policía Judicial a la 01:30 horas de ayer, mientras un ejército del departamento de limpia abría paso por la calle Jesús Carranza para quitar los puestos de ambulantes quemados, motonetas abandonadas y muebles que eran sacados de la vecindad, para permitir la entrada de 50 camiones de carga que transportarían muebles y pertenencias que aún se encontraban en el predio.
Para las 03:00 horas, Jesús Carranza, el predio expropiado y otras viviendas colindantes con la zona de agresión, fueron controlados en su totalidad por la policía.
En tanto, a Luis González Plascencia, primer visitador general de la Comisión de Derechos Humanos del DF, le fue denegado el acceso a la vecindad por granaderos, quienes bloquearon el paso a todas aquellas personas que pretendían ingresar a dicha calle.
Para las 07:00 horas, el desalojo se llevó a cabo con toda tranquilidad, sin que se registraran nuevos brotes de violencia en el barrio bravo.
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